Cuando podamos salir a la calle, mucha gente va a pensar que todo vuelve a la normalidad, pero no es así. Volveremos a una normalidad aparente, en la que nuestras rutinas de vida volverán a seguir siendo las mismas, pero, ¿Qué pasa con nuestros cuerpos? ¿Cómo les ha afectado estar un mes en casa encerrados, sin sol, sin ejercicio y sin los cuidados más básicos que solíamos proporcionarles?